Aunque era el décimo tren desde que llegamos a India, fue recién ahí que entendí porque la fama de ellos, hasta ahora si bien eran un poco sucios, eran aireados y nunca nos había tocado ir tan abarrotados.
Pero estas dos horas de Karjat a Pune, fue distinto, inocentemente al pedir los tickets no aclaramos que clase, por lo que automáticamente nos dieron los más baratos y tampoco estábamos tan angustiados porque no podía ser muy grave.
Con un poco picardía nos subimos a clase Sleeper, una categoría superior a la última, de la cual teníamos ticket.
Menos mal! Aunque me cuesta creer que se pueda viajar peor, apenas entramos al vagón nos separamos con Adrian, cada uno en la búsqueda de un lugar, así que pase todo el vagón chocando con mi mochila contra todo, viendo solo caras que me decían o intentaban decir que ni se me ocurra ese lugar, que estaba ocupado, etc... ni en las partes altas ni en las bajas, ya que tiene dos pisos de camas/asientos, y ya casi llegando al final y pensando en pasar a otro vagón un señor se paro, quito su pequeño bolso para dejar lugar a mi gran mochila, a partir de ahí pude pensar en otra cosa, y también en ver donde nos habíamos metido, sentir olores y demás...
Así que ahí iba parado en el pasillo con gente tirada por todos lados, donde estaba la gente era muy amigable, me miraban y saludaban, y todo transcurría tranquilamente hasta que se hizo un lugar en una cama de arriba que iba llena de maletas y el señor de al lado me miro y me hizo un gesto diciendo: "dale boludo, subí!", como pude me metí en el hueco, que si bien de ancho iba ajustado, el problema eran las piernas, aquí son todos elásticos, pero a mi eso de cruzarme de piernas abajo de las nalgas no me da mucho, así que con hormigueos, calambres y dolores aguante en mi rincón viendo el panorama del tren.
Con respecto a las cosas que vi y sentí, gente durmiendo en el piso, comiendo del piso, sacando una hoja de bananero de su bolso y abrirlo para comer arroz de adentro, señor sacándose un callo del pie del tamaño de una pelota de tenis, vendedores de comidas incomibles para cualquier ser que se quiera un poco, niños pidiendo (con shows al estilo de la película "slumdog millonaire" y mi respectivo rechazo interno), olores en todas sus variedades, sensación de que si quería ir al baño precisaba media hora desde mi lugar, y mugre en abundancia... con todo esto no hubo tiempo de claustrofobia (que hubiera sido normal en mi lugar)...
Al bajar, me reencontré con Adrian y prometimos ahorrar en cualquier cosa, menos en el ticket de tren!
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jajajaja, muy fuerte rafis, ahora sabés lo q es bueno, jajaja. Te quierooooo
ResponderEliminarjuaaa , juaaa , donde fue a parar el Rafa. Del VW Gol al tren a Pune. Juaaa , Juaaa. El viejo.
ResponderEliminaruruguayos, uruguayos
ResponderEliminardonde fueron a parar ......