9 noches pasaron entre las dos playas visitadas, poca cosa para hacer pero mucho para disfrutar, reflexionar y vivir.
Palolem se encuentra al sur del estado, ex colonia portuguesa, de Goa, unas decenas de complejos de cabañas de caña y paja junto con otro tantos restaurantes sobre la arena forman este paraíso del relax, donde se pueden comer buenos platos de pescados y mariscos a partir de los tres dolares.
A mi gusto demasiada gente extranjera, por primera vez me sentí lejos de India, pero venia bien un descanso en el viaje.
De allí nos fuimos para el sur, con destino a Om Beach, que al no encontrar lugar tuvimos que descartar, y continuar caminando unos 30 minutos por playa y selva hasta llegar a Half Moon Beach, apenas tres complejitos de cabañitas precarias con sus respectivos restaurantes se encontraban allí, paz, tranquilidad y más paz se podía sentir, algunos dirán que es aburrido, pero para otros puede ser fascinante, sin luz eléctrica salvo en un par de paradores y con menos de cien personas entre habitantes y turistas, uno entraba de lleno en el contacto con la naturaleza, con apenas unos metros de arena y encerrado entre el mar arábigo y la selva, no había para donde escapar, simplemente dejarse atrapar.
Así que no hay grandes relatos para hacer, pero si un recuerdo muy lindo.
Fotos de Palolem (Goa, India)
Fotos de Half Moon Beach (Karnataka, India)
jueves, 27 de enero de 2011
martes, 18 de enero de 2011
Aurangabad, su Taj Mahal trucho y las cuevas de Ajanta
Con la promesa de ver las fantásticas cuevas-templos de Ajanta fuimos a Aurangabad para de ahí poder ir por el día a Ajanta, luego de las ya famosas horas y horas de tren llegamos y conseguimos hotel tan pronto pudimos ya que eran las 5 am.
No hay mucho para ver, más que lo que vimos, ademas de apreciar la gente, culturas y demás como se puede hacer en todo lugar al que se viaja...
Hay una replica del Taj Mahal, pero más pequeña, con materiales más baratos y peor mantenida, es un complejo funerario construido por un emperador mogol hace unos 500 años para su madre.
Al día siguiente partimos en minibus por tres horas hasta Ajanta, el entorno natural que rodea el complejo es alucinante, el lugar donde están ubicados tiene forma de herradura de caballo y por allí corre un rió, que por no estar en época de monzones, se encontraba medio seco.
El complejo se conforma por 30 cuevas-templos que en sus comienzos pertenecieron al culto Budista, dentro de las cuevas esculpidas en las piedras se destacan los frescos y esculturas. Fueron excavadas entre los siglos II a.C. y VIII d.C.
No hay mucho para ver, más que lo que vimos, ademas de apreciar la gente, culturas y demás como se puede hacer en todo lugar al que se viaja...
Hay una replica del Taj Mahal, pero más pequeña, con materiales más baratos y peor mantenida, es un complejo funerario construido por un emperador mogol hace unos 500 años para su madre.
Al día siguiente partimos en minibus por tres horas hasta Ajanta, el entorno natural que rodea el complejo es alucinante, el lugar donde están ubicados tiene forma de herradura de caballo y por allí corre un rió, que por no estar en época de monzones, se encontraba medio seco.
El complejo se conforma por 30 cuevas-templos que en sus comienzos pertenecieron al culto Budista, dentro de las cuevas esculpidas en las piedras se destacan los frescos y esculturas. Fueron excavadas entre los siglos II a.C. y VIII d.C.
viernes, 14 de enero de 2011
Mi Primer Tren
Aunque era el décimo tren desde que llegamos a India, fue recién ahí que entendí porque la fama de ellos, hasta ahora si bien eran un poco sucios, eran aireados y nunca nos había tocado ir tan abarrotados.
Pero estas dos horas de Karjat a Pune, fue distinto, inocentemente al pedir los tickets no aclaramos que clase, por lo que automáticamente nos dieron los más baratos y tampoco estábamos tan angustiados porque no podía ser muy grave.
Con un poco picardía nos subimos a clase Sleeper, una categoría superior a la última, de la cual teníamos ticket.
Menos mal! Aunque me cuesta creer que se pueda viajar peor, apenas entramos al vagón nos separamos con Adrian, cada uno en la búsqueda de un lugar, así que pase todo el vagón chocando con mi mochila contra todo, viendo solo caras que me decían o intentaban decir que ni se me ocurra ese lugar, que estaba ocupado, etc... ni en las partes altas ni en las bajas, ya que tiene dos pisos de camas/asientos, y ya casi llegando al final y pensando en pasar a otro vagón un señor se paro, quito su pequeño bolso para dejar lugar a mi gran mochila, a partir de ahí pude pensar en otra cosa, y también en ver donde nos habíamos metido, sentir olores y demás...
Así que ahí iba parado en el pasillo con gente tirada por todos lados, donde estaba la gente era muy amigable, me miraban y saludaban, y todo transcurría tranquilamente hasta que se hizo un lugar en una cama de arriba que iba llena de maletas y el señor de al lado me miro y me hizo un gesto diciendo: "dale boludo, subí!", como pude me metí en el hueco, que si bien de ancho iba ajustado, el problema eran las piernas, aquí son todos elásticos, pero a mi eso de cruzarme de piernas abajo de las nalgas no me da mucho, así que con hormigueos, calambres y dolores aguante en mi rincón viendo el panorama del tren.
Con respecto a las cosas que vi y sentí, gente durmiendo en el piso, comiendo del piso, sacando una hoja de bananero de su bolso y abrirlo para comer arroz de adentro, señor sacándose un callo del pie del tamaño de una pelota de tenis, vendedores de comidas incomibles para cualquier ser que se quiera un poco, niños pidiendo (con shows al estilo de la película "slumdog millonaire" y mi respectivo rechazo interno), olores en todas sus variedades, sensación de que si quería ir al baño precisaba media hora desde mi lugar, y mugre en abundancia... con todo esto no hubo tiempo de claustrofobia (que hubiera sido normal en mi lugar)...
Al bajar, me reencontré con Adrian y prometimos ahorrar en cualquier cosa, menos en el ticket de tren!
Pero estas dos horas de Karjat a Pune, fue distinto, inocentemente al pedir los tickets no aclaramos que clase, por lo que automáticamente nos dieron los más baratos y tampoco estábamos tan angustiados porque no podía ser muy grave.
Con un poco picardía nos subimos a clase Sleeper, una categoría superior a la última, de la cual teníamos ticket.
Menos mal! Aunque me cuesta creer que se pueda viajar peor, apenas entramos al vagón nos separamos con Adrian, cada uno en la búsqueda de un lugar, así que pase todo el vagón chocando con mi mochila contra todo, viendo solo caras que me decían o intentaban decir que ni se me ocurra ese lugar, que estaba ocupado, etc... ni en las partes altas ni en las bajas, ya que tiene dos pisos de camas/asientos, y ya casi llegando al final y pensando en pasar a otro vagón un señor se paro, quito su pequeño bolso para dejar lugar a mi gran mochila, a partir de ahí pude pensar en otra cosa, y también en ver donde nos habíamos metido, sentir olores y demás...
Así que ahí iba parado en el pasillo con gente tirada por todos lados, donde estaba la gente era muy amigable, me miraban y saludaban, y todo transcurría tranquilamente hasta que se hizo un lugar en una cama de arriba que iba llena de maletas y el señor de al lado me miro y me hizo un gesto diciendo: "dale boludo, subí!", como pude me metí en el hueco, que si bien de ancho iba ajustado, el problema eran las piernas, aquí son todos elásticos, pero a mi eso de cruzarme de piernas abajo de las nalgas no me da mucho, así que con hormigueos, calambres y dolores aguante en mi rincón viendo el panorama del tren.
Con respecto a las cosas que vi y sentí, gente durmiendo en el piso, comiendo del piso, sacando una hoja de bananero de su bolso y abrirlo para comer arroz de adentro, señor sacándose un callo del pie del tamaño de una pelota de tenis, vendedores de comidas incomibles para cualquier ser que se quiera un poco, niños pidiendo (con shows al estilo de la película "slumdog millonaire" y mi respectivo rechazo interno), olores en todas sus variedades, sensación de que si quería ir al baño precisaba media hora desde mi lugar, y mugre en abundancia... con todo esto no hubo tiempo de claustrofobia (que hubiera sido normal en mi lugar)...
Al bajar, me reencontré con Adrian y prometimos ahorrar en cualquier cosa, menos en el ticket de tren!
jueves, 13 de enero de 2011
India... demasiadas cosas para contarlas en un blog...
Y al fin llegamos a India, un destino que de antemano prometía mucho, tierra que los viajeros o aman u odian, tal vez tanto leímos y escuchamos sobre su miseria que no fue tan chocante, o tal vez los que escriben y cuentan no son de nuestros pagos...
De Mumbai poco voy a escribir, ya ustedes la conocen, es como cualquier gran ciudad del mundo a la que si le agregan un transito caótico (me animaría a decir que peor al de El Cairo) y condimentos que las personas locales le dan, con gente y más gente, y para nosotros con un par de días fue suficiente para saber que ahí no queríamos estar.
Estación de trenes
Gateway en honor a la visita de los reyes britanicos a principios del siglo XX
El ABC de la comida en India tambien aplica en Mc!
La mayor lavanderia a mano de Mumbai, la foto no llega a tomar todo lo que abarca!
La realidad de demasiada gente
Mesquita unida a la ciudad por un largo muelle
Niños musulmanes jugando a pescar en las rocas
Poster de la campaña de Gandhi por la unidad nacional
Lugar donde Gandhi vivia y trabajaba mientras estaba en Mumbai
Intentando acostumbrarnos a cruzar la calle
Subidos a un Autorickshaw (taxi de 3 ruedas)!
Un gran amigo, nos había recomendado Matheran, hacia ahí fuimos, desde donde nos encontrábamos hasta aquí tomamos 3 trenes y entre recorridos y traspasos nos llevo unas 8 horas llegar, de este recorrido es super recomendable el último tren que une Neral con el pueblo, son más de 2 horas por las montañas en un tren que parece de juguete, paisajes alucinantes...
El tren en las montañas
El paisaje desde el tren
A unos 800 metros sobre el nivel del mar, con apenas 5000 personas y sin vehículos motorizados, viniendo del caótico Mumbai, esto parece de otro mundo, paz, tranquilidad, vistas increíbles y la naturaleza prácticamente virgen en los alrededores, con decenas de caminos para practicar treking por la jungla, repleta de monos (aunque también lo esta el pueblo).
Primera mañana en Matheran
Del arbol a los techos, van y vienen todo el día
Las netbooks atraian más gente que los monos y paisajes, y no solo niños...
Complot apenas llegamos...
Y viven todos en paz, hindúes, musulmanes y cristianos en este pequeño pueblo, así como en casi toda la India, dan una lección al mundo de convivencia y tolerancia, como Gandhi hubiera querido.
Vecinos del lugar vendiendo sus cosechas
Un país que supera los 100 lenguajes (oficiales y no oficiales), y que en este diminuto pueblo se hablan tres de ellos, sin contar ingles... Este pequeño pueblo nos permite conocer con suavidad, y sin el vértigo urbano, como funciona India.
Recorriendo los alrededores
Disfrutando de los alucinantes paisajes
Monos y más monos...
Ya probamos el Masala Pan, recomendado por un Indio Musulmán, es una costumbre local, el Pan es la hoja de un árbol en la cual se prepara con diferentes ingredientes, diferentes versiones, probé Masala, una de sabor amigable pero igualmente difícil de tragar, pero nada que con un poco de agua no pase, ademas disfrutamos de sus propiedades para limpiar la sangre, por la que es frecuentemente utilizada en el Ayurveda.
Sabiendo de mi ansiedad al viajar, y al seguido arrepentimiento de "¿Por que no me quede más tiempo ahí?", reserve 4 noches aquí, para obligarme a bajar revoluciones, disfrutar y aprender, sin estar pensando en el próximo paso... después de repetir el error tantas veces tenia que aprender...
Algo curioso, los perros son pacíficos, no ladran, ni atacan a las cabras, vacas, gallinas, monos, ni ningún animal, tal cual estuvieran imitando lo respetuoso de la gente para con los animales.
Si bien se puede conseguir pollo y cabra para comer, la mayoría de los restaurantes son vegetarianos, así que lejos van a quedarme esos ciento y tantos kilos anuales de carne vacuna en Uruguay...
Comiendo, y que nunca les falte el picante, inaguantable...
En este preciso instante, mientras escribo en la puerta del cuarto, me paso un mono caminando a un metro, y muy tranquilamente subió a la casa de enfrente y se sentó a acompañarme, mientras la dueña de la casa, con la tradicional vestimenta, en cuclillas en la puerta de su casa hace arcadas intentando sacar toda la flema de su cuerpo y algo más. A mi izquierda unas gallinas picotean el suelo, la madre arregla el cabello de su hija para ir a la escuela, mientras en frente lavan a mano decenas de ropas de cama que los visitantes del fin de semana utilizaron. A mi lado un joven indio, mirando como escribo en español, sorprendido por ver mi computador. Y de fondo, por si uno se olvida que esta en India, una hermosa música local suena desde adentro de alguna casa.
Solo conseguí fotografiar a la niña con sus trenzas y la gallina, de monos sobran, y lo de la señora era repugnante...
Sin duda, Matheran, queda en la lista de destinos recomendados!
De Mumbai poco voy a escribir, ya ustedes la conocen, es como cualquier gran ciudad del mundo a la que si le agregan un transito caótico (me animaría a decir que peor al de El Cairo) y condimentos que las personas locales le dan, con gente y más gente, y para nosotros con un par de días fue suficiente para saber que ahí no queríamos estar.
Estación de trenes
Gateway en honor a la visita de los reyes britanicos a principios del siglo XX
El ABC de la comida en India tambien aplica en Mc!
La mayor lavanderia a mano de Mumbai, la foto no llega a tomar todo lo que abarca!
La realidad de demasiada gente
Mesquita unida a la ciudad por un largo muelle
Niños musulmanes jugando a pescar en las rocas
Poster de la campaña de Gandhi por la unidad nacional
Lugar donde Gandhi vivia y trabajaba mientras estaba en Mumbai
Intentando acostumbrarnos a cruzar la calle
Subidos a un Autorickshaw (taxi de 3 ruedas)!
Un gran amigo, nos había recomendado Matheran, hacia ahí fuimos, desde donde nos encontrábamos hasta aquí tomamos 3 trenes y entre recorridos y traspasos nos llevo unas 8 horas llegar, de este recorrido es super recomendable el último tren que une Neral con el pueblo, son más de 2 horas por las montañas en un tren que parece de juguete, paisajes alucinantes...
El tren en las montañas
El paisaje desde el tren
A unos 800 metros sobre el nivel del mar, con apenas 5000 personas y sin vehículos motorizados, viniendo del caótico Mumbai, esto parece de otro mundo, paz, tranquilidad, vistas increíbles y la naturaleza prácticamente virgen en los alrededores, con decenas de caminos para practicar treking por la jungla, repleta de monos (aunque también lo esta el pueblo).
Primera mañana en Matheran
Del arbol a los techos, van y vienen todo el día
Las netbooks atraian más gente que los monos y paisajes, y no solo niños...
Complot apenas llegamos...
Y viven todos en paz, hindúes, musulmanes y cristianos en este pequeño pueblo, así como en casi toda la India, dan una lección al mundo de convivencia y tolerancia, como Gandhi hubiera querido.
Vecinos del lugar vendiendo sus cosechas
Un país que supera los 100 lenguajes (oficiales y no oficiales), y que en este diminuto pueblo se hablan tres de ellos, sin contar ingles... Este pequeño pueblo nos permite conocer con suavidad, y sin el vértigo urbano, como funciona India.
Recorriendo los alrededores
Disfrutando de los alucinantes paisajes
Monos y más monos...
Ya probamos el Masala Pan, recomendado por un Indio Musulmán, es una costumbre local, el Pan es la hoja de un árbol en la cual se prepara con diferentes ingredientes, diferentes versiones, probé Masala, una de sabor amigable pero igualmente difícil de tragar, pero nada que con un poco de agua no pase, ademas disfrutamos de sus propiedades para limpiar la sangre, por la que es frecuentemente utilizada en el Ayurveda.
Sabiendo de mi ansiedad al viajar, y al seguido arrepentimiento de "¿Por que no me quede más tiempo ahí?", reserve 4 noches aquí, para obligarme a bajar revoluciones, disfrutar y aprender, sin estar pensando en el próximo paso... después de repetir el error tantas veces tenia que aprender...
Algo curioso, los perros son pacíficos, no ladran, ni atacan a las cabras, vacas, gallinas, monos, ni ningún animal, tal cual estuvieran imitando lo respetuoso de la gente para con los animales.
Si bien se puede conseguir pollo y cabra para comer, la mayoría de los restaurantes son vegetarianos, así que lejos van a quedarme esos ciento y tantos kilos anuales de carne vacuna en Uruguay...
Comiendo, y que nunca les falte el picante, inaguantable...
En este preciso instante, mientras escribo en la puerta del cuarto, me paso un mono caminando a un metro, y muy tranquilamente subió a la casa de enfrente y se sentó a acompañarme, mientras la dueña de la casa, con la tradicional vestimenta, en cuclillas en la puerta de su casa hace arcadas intentando sacar toda la flema de su cuerpo y algo más. A mi izquierda unas gallinas picotean el suelo, la madre arregla el cabello de su hija para ir a la escuela, mientras en frente lavan a mano decenas de ropas de cama que los visitantes del fin de semana utilizaron. A mi lado un joven indio, mirando como escribo en español, sorprendido por ver mi computador. Y de fondo, por si uno se olvida que esta en India, una hermosa música local suena desde adentro de alguna casa.
Solo conseguí fotografiar a la niña con sus trenzas y la gallina, de monos sobran, y lo de la señora era repugnante...
Sin duda, Matheran, queda en la lista de destinos recomendados!
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