lunes, 26 de julio de 2010

LÁPIZ Y PAPEL: NO PUEDE FALTAR EN LA CARTERA DE LA DAMA O EN EL BOLSILLO DEL CABALLERO (sic)

Nota previa: Cada pound egipcio corresponde a $ 3,7 (pesos uruguayos)

Ya que en el hostel costaba £ 2 cada pieza de ropa a lavar, decidimos salir con Edward a buscar una lavandería por la zona.

Fue muy sencillo encontrarla luego de las indicaciones de un amable señor. El lugar se encontraba en un callejón bastante oscuro y sucio, y el local no olía justamente a ropa limpia, pero la ropa de otros clientes eran el resultado a la vista que se veía bastante mejor que nuestra montaña de ropas en estado calamitoso.

Comenzó dándonos un precio totalmente disparatado, y luego de una sencilla negociación (con un poco amistoso señor) quedaron fijados los precios un lavado sencillo, Edward debería pagar fifteen punds y a mi me correspondían therteen pounds, así que dejamos la ropa y nos marchamos acordando que mañana a la misma hora lo pasábamos a levantar.

El día siguiente, a la noche, luego de descansar tras pasar el día fuera caminando debido a la visita a las pirámides de Giza, nos dirigimos a la lavandería a ver el milagro de la ropa limpia.

Una vez allí nos mostraron el resultado que si bien era mucho mejor que lo que había ingresado, no abundaba el olor a jabón, ni suavizante y ni que hablar de pasarle una planchita, pero no nos podíamos quejar, era suficiente para dos mochileros, así que nos dispusimos a separar la ropa de cada uno para controlar que estuviera todo y tras guardarla en bolsas, nos dispusimos a pagar.

El pago se compuso de la siguiente manera, Edward le dio £ 20 para que le devolvieran £ 5 pero el chico que trabajaba allí se quedo esperando más, por lo que le di £ 10 para completar £ 30 y pagábamos los dos y hasta le dejábamos el cambio de propina (fundamental en la cultura egipcia).

Pero el chico nos siguió hablando y nos decía fifteen and thirteen y nosotros le decíamos yes, twenty eight, its ok, the change its for you. Pero los nervios le empezaron a subir al ver que no podía explicarse, por lo que apareció el veterano con el que habíamos pactado el precio y volvió a insistir con el fifteen and thirteen, y nosotros cada vez entendíamos menos, ambos estudiantes de administración repasábamos la cuenta y nos seguía dando 28.

Finalmente entendimos el problema, el señor nos mostró dos billetes de 20 y uno de 10 y nos dijo fifteen, y a nosotros solo nos salio un noooo, this is fifty, haciendo mucho énfasis en la "Y" final.

No había quien le explicara al señor, nosotros nos queríamos ir, el chico intento pasar por la puerta pero nosotros estábamos parados en ella, y puse un brazo para que no lo hiciera, me empezó a gritar y por supuesto, grite más fuerte y ya cuando me agarro el brazo para empujarme y pasar le puse la cara de la "Tota" Lugano cuando se enoja, creo que la entendió y aflojo, y cuando aflojo y me explico que quería pasar de buen modo simplemente me corrí, afuera ya habían unas veinte personas, yo amenazaba con llamar a la policía para solucionar el problema, ya que sabia que el problema del precio era simplemente porque eramos turistas, lo que él nos pedía era un disparate, era el triple de caro que en el hostel.

La veía cada vez más oscura, no solo por la noche y la gente, si no que el ambiente se iba acercando y por supuesto que ya había emitido toda clase de comentarios en español para desahogarme, después que alguien que entendiera un poquititito de ingles le explicara la diferencia entre la pronunciación del 13 y 30, y la del 15 y el 50, resignado se fue a sentar a fumar su narguila, hasta que con un señor le explique que yo sabia perfecta mente que el precio pactado era correcto y que era lo que realmente costaba, y el me asintió con la cabeza, esto me dio más fuerza para no aflojar la billetera, pero entendiendo que tal vez no había sido malintencionado y que simplemente se trato de un problema de pronunciación, un señor nos propuso cerrar en £ 40, asegurando que era el precio egipcio, sabíamos que no era, pero aceptamos para concluir ahí el problema con $ 35.

Le dimos los £ 10 extras, pegamos la vuelta y muriéndonos de risa pero aun con la adrenalina en el cuerpo pensando que en cualquier momento el problema pasaba a mayores, las risas no pararon en toda la noche, recodábamos y reíamos sin siquiera hablarnos entre nosotros.

Por si fuera poco, luego de dejar la ropa en la habitación nos fuimos a comprar unos auriculares para mi y un mapa para él. Fui el primero en encontrar lo que buscaba, un señor realmente muy amable me mostró los modelos y le pregunte el precio del más barato, y me dijo textualmente: "All are thirteen" ... Si, imagínense la carcajada que largamos los dos al instante, el vendedor no entendía nada, le pedimos que lo anotara y se trataba claramente de £ 30, el precio estaba muy bien así que pague y nos fuimos.

Llego el turno del mapa de Edward, en la librería, miro el mapa, lo investigo, y se aseguro que le gustara, luego pregunto el precio y la respuesta no podía ser otra: "Fifteen" ... nuevamente risas y más risas, aunque esta vez al anotarlo en papel se trataba efectivamente del 15.

Así que a sabes, si venís por Egipto, asegúrate de poner papel y lápiz en tu mochila para acordar todos los precios, te vas a ahorrar más de un mal entendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario