Llegue el 28/7 desde Aswan, una travesía en camioneta compartida que salia la mitad que el tren fue el medio de transporte está vez...
Lo que no sabía era que me dejaba en el medio de la nada, a unos kms de Luxor, así que después de que me intentaran vender un viaje en taxi hasta mi hotel al mismo precio, así que arranque a caminar hasta que pudo tomarme un taxi colectivo por casi nada...
Si bien viajar en temporada baja (aquí es en verano porque el calor es agobiante) tiene como ventaja precios más bajos, también tenes mucha más gente que vive del turismo acosándote en todos lados, ya que los turistas no abundan en esta época, ofreciéndote "gangas", "good price for you my friend" y ese tipo de cosas...
El primer día llegue muy cansado así que no hice mucha cosa hasta la noche, que salí a recorrer el mercado local con dos españoles con quienes he compartido momentos muy buenos momentos en el viaje... Adrián y Juan
Ese día nos quedamos, como se ve en las fotos... tomando mate y charlando en la azotea del hostel, con una brisa muy agradable que compensa lo duro del día.
Al día siguiente me insistieron que vaya con ellos temprano a la orilla occidental del Nilo, donde se encuentran la mayor parte de lugares a visitar, les dije que dependía a que hora me levante... Finalmente coincidimos con la hora y alrededor de las 11 am salimos del hotel.
Con tan solo cruzar el Nilo viajas unos cuantos años en la historia, otro aire, ambiente, energía, tranquilidad, arquitectura, todo es diferente, y apenas cruzamos un río...
Curiosidad: El precio del Ferry público que atraviesa el Nilo tiene como precio oficial 10 piastras ($ 0,4) para los egipcios y 1 pound ($ 4) para los extranjeros.
La idea era alquilar bicicletas, así que luego de un sencillo regateo (recuerden que aquí todo se regatea) conseguimos tres bicicletas por $ 40 cada una...
Es una experiencia única, "bicicletear" por el desierto parando para contemplar los diferentes paisajes y también tumbas y templos con hasta 4000 años de historia...
Claro que pocos los hacen, lo normal, como en todo Egipto, son esos ómnibus llenos de ovejas que suben y bajan del autobús para tomar fotografías en "los puntos turísticos" dejando de lado el aún más hermoso camino hacía ellos...
Decidimos no entrar a todos los templos y tumbas, ya que muchos se pueden apreciar desde afuera y las entradas son a precios internacionales.
Les dejo algunas fotos, las ultimas cinco que verán no son de mi autoría, son tomadas de Internet.
Ya de vuelta, me despedí de los colegas que se iban al aeropuerto con rumbo Dahab, y yo, al hotel a descansar luego de un día agotador...